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Marco Antonio Vega López*





Nuestro organismo tiene contacto con el medio 
a través de la piel y las mucosas, que tienen 

superficies que van desde 2 m2 de la piel, hasta 340 
men el intestino. Por ello, no es extraño que en 
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los países en desarrollo como el nuestro, los casos 

de infecciones agudas respiratorias e intestinales 
alcancen una frecuencia de más de 31 millones al 

año1. Además, son la causa de 18% de las muertes 
en infantes, principalmente antes del primer año 

de vida (diarreas) y dentro de los dos primeros 

meses después del nacimiento (neumonías).



Se sabe desde hace mucho sobre la vulnerabilidad 
de los neonatos a las enfermedades infecciosas y 

se ha tratado de explicar de varias maneras que 
incluyen: Inmadurez inmunológica, lentitud en la 

respuesta del sistema inmunológico, interferencia 

de la inmunidad pasiva, que se refiere a la 
protección que adquiere a través de anticuerpos los prematuros2,3. Sin embargo, para que la microbiota de 

de la leche materna e inmunosupresión remanente las mucosas se establezca sin causar problemas, además 
de la gestación porque el cuerpo de la madre de evitarse la generación de inflamación, se requiere de 

debe disminuir la respuesta inmunológica para no mecanismos de control de esa colonización, para prevenir 
atacar al feto mientras se gesta. En este último 
que los microorganismos invadan al recién nacido, por 
punto, recientemente se ha establecido que ciertos ello, es esencial la inmunidad pasiva del calostro y leche 

precursores de los células rojas de la sangre, los maternos que protegen específicamente al neonato 
eritrocitos (eritrocitos nucleados y reticulocitos) contra esos microorganismos.


tienen un papel inmunosupresor en la gestación Las mucosas de la madre gestante están continuamente 
para evitar el rechazo del feto por la madre. 
en contacto con antígenos (Ags) externos y con su 
Aparentemente la actividad inmunosupresora de microbiota. En el tracto gastrointestinal, esos Ags son 

esas células permitiría el establecimiento de la captados por las placas de Peyer, que son estructuras 
microbiota materna en las mucosas del neonato, especiales que existen en la parte final del intestino 

sin producir inflamación y evitando la generación delgado y cuya función es inducir una respuesta inmune 
de cuadros de enterocolitis necrotizante, problema mucosal contra esos Ags (sitio inductor). Las células del 

mortal en los recién nacidos (RN), especialmente en
sistema inmunitario activadas de esta manera migran



  
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